Peregrinaje hacia TUIJU, la ciudad de la Justicia
(imaginada o no).
Érase una vez un corral compuesto más o menos por unas cuantas gallinas, algún que otro pollo desconcentrado y el resto de corderos mansedumbrados. ¡Hay! y una liebre por vecina.
El cacarear constante venia de un gallo predominante, para más señas de carácter ruidoso, intranquilo, peregrino sobre todo hacia la ciudad de TUIJU, cuyo peregrinaje a todas luces sabía por haberlo hecho más de un día.
Un buen día algo pasa en el corral, parte de la mansedumbre se haya con cierto problema, que trasladan y hacen saber a el líder indiscutible (del corral) Napoleón, peregrino y gallo ( supuesto amo del gallinero). Este no duda en encabezar susodicho problema, pero al igual que de su pluma no surge sustancia ninguna ,tampoco sacara sustancia del tema, y es que lejos de solucionar el problema lo acrecienta elaborando un plan estratégico y pésimo.
Transcurrido cierto tiempo son llamados por la ciudad de TUIJU, ´´el gallo ´´ maestro peregrinante no sélo pensó ni un instante, caminemos hacia TUIJU.
Dirigiendo ala mansedumbre va el gallo escaso de equipaje y de linaje. Llamado a dilucidar y contestar sobre el tema, aquí comienza el problema, sé le piílla antes a un…. Que a un….y algo sordo se mostraba y ante las preguntas titubeaba, titubeaba y colorin colorado este cuento no a finalizado este cuento continuara.
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